Los médicos y demás personal de salud que tratan a pacientes con coronavirus pueden correr un riesgo más alto que otras personas de contraer este virus por tener una exposición reiterada a ese patógeno. De hecho, según datos del organismo gubernamental Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) más de 9.000 trabajadores de la salud en ese país contrajeron COVID-19, y al menos 27 han muerto por este motivo.
De ahí, que tomar precauciones a la hora de tratar pacientes con esta enfermedad sea de extrema vitalidad. Y una vez que el paciente es dado de alta o bien cuando está trascurriendo la enfermedad en su hogar o alguna otra dependencia para tal fin, es fundamental recurrir a la telemedicina para reducir las chances de contagio. En este sentido desde el Laboratorio de Inteligencia Artificial y Ciencias de la Computación (CSAIL) del MIT se desarrolló un dispositivo que permite hacer monitoreos de la frecuencia respiratorio de los pacientes con COVID-19 de forma remota.
Se trata de un sistema que controla los patrones de respiración, movimiento y sueño del paciente utilizando señales inalámbricas. El gadget, llamado Emerald, es similar a un router wifi grande y se coloca en la pared. Emite señales inalámbricas, que se reflejan en los pacientes. El sistema luego emplea inteligencia artificial para analizar esos datos e inferir la frecuencia respiratoria, los patrones de sueño y el movimiento de la persona.
Este sistema puede ser de utilidad sobre todo para personas que no revisten gravedad y no están internados en terapia intensiva donde, claro está, allí es difícil recurrir en todo momento al monitoreo remoto, y las precauciones, por ende, pasan por el uso de barbijo y demás equipamiento correspondiente para el personal médico.
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